Grupo Techint: Una cuestión de bandera

En el debate abierto estos días a raíz de la estatización de un par de empresas del Grupo Techint por el gobierno de Venezuela, si algo se ha dejado de lado en el fragor del griterío preelectoral son los fundamentos de las posiciones.

Tirios y troyanos parecen dar por descontado que el Grupo Techint es argentino, al punto, por ejemplo, de que la Dra. Carrió habría afirmado a la agencia EFE que en Venezuela "confiscan las propiedades de los argentinos". La pregunta inicial debería haber sido: desde el punto de vista del derecho interno e internacional, ¿el Grupo Techint se puede considerar argentino?, ¿es deber de la diplomacia argentina asumir su defensa?

En el tema de la nacionalidad de las sociedades, grupos de sociedades, empresas, compañías, grupos inversores, confluyen elementos políticos, jurídicos y económicos. Ya ha pasado la época en la que se discutía la posibilidad de la atribución de nacionalidad a las personas jurídicas. Las doctrinas en la materia se remontan al siglo XVII cuando las potencias coloniales intervenían donde quiera que fuera en la protección de los intereses de sus nacionales, en general al amparo de sus cañones no siempre acompañados de teorías justificatorias. Ya en el siglo XX desde el derecho de la guerra, se hizo necesaria la identificación de la propiedad y de la acción enemiga que puede enmascararse tras el funcionamiento de personas jurídicas de apariencia neutra. En la actualidad, a partir del Convenio de Washington (1965), la más reciente conformación del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y la firma de miles de Acuerdos de Promoción y Protección de Inversiones (APPI), se han originado doctrinas y jurisprudencia afirmadas en arbitrajes cuyo objetivo explícito es la protección de las inversiones extranjeras.

Los criterios utilizados por el CIADI, y que se incluyen usualmente en los APPI, son: lugar de constitución, nacionalidad de los controlantes y realidad económica, incluida la autoatribución de nacionalidad por parte de sociedades o grupos, atentos siempre a la finalidad de los acuerdos que es privilegiar la protección de las inversiones extranjeras. Vamos a comenzar señalando que, en su documentación jurídica, contable, comercial y publicitaria, el Grupo Techint no se define a sí mismo como argentino. Techint, según él mismo, es un grupo de "compañías con operaciones en diversos países del mundo, líderes globales o regionales en sus sectores, con profundas raíces en las comunidades en las que operan". Sus principales empresas son: Tenaris, "líder global en la producción de tubos de acero"; Ternium, "líder latinoamericano en la provisión de aceros planos y largos"; Techint E&C, "grupo de empresas de ingeniería y construcción"; Tenova, "uno de los mayores proveedores mundiales" de productos y tecnologías para la minería; Tecpetrol, "una empresa de exploración y producción de petróleo y gas", y Humanitas, "una red en Italia de instituciones de salud".

Analizaremos por su orden, siguiendo la importancia económica dentro del grupo, cada una de las empresas. Tenaris SA está constituida en el Gran Ducado de Luxemburgo (un paraíso fiscal), cotiza sus acciones en Milán, México, Buenos Aires y Nueva York, está controlada por San Faustin NV, constituida en las Antillas Holandesas (un paraíso fiscal), que a su vez está controlada por Rocca & Partners SA que no está registrada en la Argentina y es una sociedad constituida en las islas Vírgenes Británicas (otro paraíso fiscal), siendo que la totalidad de sus socios y directivos son italianos. De las 30 principales subsidiarias sólo dos están radicadas en la Argentina (Siderca SAIC y SIAT SA). El directorio se reúne en Bergamo, Italia.

Ternium SA, que cotiza sus acciones en Nueva York, repite el esquema de Tenaris, constituida en Luxemburgo, con el mismo domicilio, informa que está controlada por San Faustin NV. de las Antillas Holandesas, que como vimos está controlada por Rocca & Partnes SA de las islas Vírgenes. Sobre 66 subsidiarias, sólo tres están en la Argentina (Siderar SAIC, Comesi San Luis SAIC e Impeco SA).

Techint E&C cuenta el origen italiano de su constitución, Compagnia Tecnica Internazionale SpA, su página web nos informa de sociedades subsidiarias en Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Bahrein, Brasil, Italia, Kazajistán, México, Nigeria, Perú, Chile, Colombia, Ecuador, Egipto, Emiratos Árabes, Perú, Qatar, Sudán, Trinidad Tobago y Uruguay.

Tenova es una reciente adquisición del Grupo, del año 2008, se trata de un grupo alemán cuya fundación data de 1725, la sede principal del grupo adquirido, TAKRAF GmbH, es en Leipzig, Alemania, manteniendo el establecimiento industrial de cabecera en Lauchhammer. Tenova SpA, que es su único socio, es una sociedad constituida en Italia, con domicilio en la Vía Monte Rosa 93, Milán, su página web señala actividad en 19 países, no registra ninguna en la Argentina, ni siquiera hay reserva de nombre o inscripción como sociedad extranjera en la Inspección General de Justicia (IGJ).

Tecpetrol, según la estructura que informa su página web, se denomina Tecpetrol Internacional SA, constituida en las islas Vírgenes Británicas como Tecpetrol Internacional Inc. BVI, que figura inscripta en la IGJ como sociedad extranjera, opera a través de sus controladas Tecpetrol Internacional SL, sociedad española con domicilio registrado en Velásquez 17, Madrid, también inscripta en la IGJ como sociedad extranjera, y de Tecgas NV, sociedad constituida en Curaçao, en las Antillas Holandesas, otro paraíso fiscal. Humanitas es Humanitas SpA, constituida en Italia, con domicilio también en Vía Monte Rosa 93, en Milán.

Con estos datos, obtenidos todos de documentación del Grupo, se puede verificar que, de acuerdo con los amplios criterios de la jurisprudencia del CIADI, y la moderna doctrina internacional en materia de nacionalidad de las sociedades, grupos inversores y empresas, ni el Grupo Techint, ni ninguna de sus subsidiarias constituidas en Venezuela, desde que son sociedades sometidas a control de terceros no argentinos, pueden ser consideradas argentinas.

Más allá de la verdad evidente de que el Grupo Techint es gravitante en la economía argentina, lo cierto es también que el peso de sus subsidiarias argentinas, en el conjunto del grupo, no lo es y por lo tanto no hay motivos para considerar "capitales argentinos" aquellos del grupo situados en Venezuela. Con esta afirmación no negamos la historia, es decir que por la huida de la Italia de la posguerra -debido a la participación en el fascismo de su líder y fundador, Agostino Rocca, allá por 1945- se transfirieron capitales, trabajo y conocimiento a la Argentina. Lo que aquí afirmamos simplemente es que actualmente estamos ante un grupo transnacional que, oculto tras la pantalla de diversos paraísos fiscales, no puede pretender el amparo diplomático de la Argentina.



ARGENTINA: REPETICION DEL CINISMO

Una vez más los niños son los más perjudicados en la Argentina del tercer milenio.

Las cifras vuelven a denunciar los efectos interminables del saqueo sin fin.

Las pibas y los pibes parecen ser el blanco ideal de una brutal condena contra los empobrecidos.

Más allá del discurso oficial que cacarea por izquierda y pone los huevos por derecha, los números marcan la obscena continuidad de la matriz de exclusión de los años noventa.

Para el Instituto para el Desarrollo Social Argentino, las brechas sociales se profundizaron en los últimos seis años.

La literatura del deseo kirchnerista no puede tapar la realidad de los efectos de su política económica.

Los datos expresan que “en la población hasta 18 años de edad la pobreza ascendía al 41 por ciento; entre 19 y 60 años al 22 por ciento y entre la gente con más de 60 años la pobreza sumaba el 12 por ciento”.

De tal forma, los investigadores dicen que “las diferencias entre grupos etarios son muy profundas, al punto tal que la incidencia de la pobreza entre los niños y adolescentes es más de tres veces superior a la incidencia de la pobreza entren las personas mayores de 60 años”.

La conclusión más dramática es que “prácticamente la mitad de los pobres está constituida por niños o adolescentes. La concentración de la pobreza entre los menores tiene consecuencias muy graves porque el daño que la marginación provoca en el desarrollo físico, intelectual y social de una persona se potencia cuando actúa en los primeros años de la vida”.

El documento remarca que el crecimiento del gasto público se utilizó a favor de las moratorias previsionales.

Este hecho “confirma que la gran mayoría de las personas beneficiadas con las moratorias no estaba en situación de pobreza. Esto implica que con la misma inversión pero con un diseño menos rudimentario se podría haber resuelto el problema de la pobreza entre los mayores de 60 años y simultáneamente destinar más recursos a atender la pobreza entre niños y adolescentes, que es donde se concentran las situaciones más masivas y críticas de marginalidad social”.

La condena contra los pibes genera “trabajo infantil, explotación de menores, drogadicción y delincuencia juvenil. La discusión en torno de ‘mano dura o garantismo’ es una falsa antinomia que trata de disimular que la cuestión de fondo es si el Estado seguirá sirviendo a los sectores más acomodados actuando en función de las presiones corporativas, o asume el compromiso de garantizar a todos los ciudadanos desde el momento de su concepción, condiciones mínimas que garanticen su desarrollo personal”.

Para el Idesa “el impacto regresivo de otras fuentes de crecimiento del gasto público. Por ejemplo, el uso masivo de fondos fiscales para sostener las políticas de estatizaciones y de subsidios indiscriminados a empresas públicas y privadas. Que se destinen 1.400 millones de pesos por año para sostener la estatización de una compañía aérea (más de la mitad de los cuales son fondos para cubrir déficits operativos corrientes de la empresa) cuando el 40 por ciento de los niños y los adolescentes viven en condiciones de pobreza muestra hasta qué extremo llega la insensibilidad social en el uso de los recursos públicos”, remarca el Instituto.

Una vez más en la Argentina del tercer milenio, los pibes son los más perjudicados.

AGENCIA APE.